Guillermo Duclos Bautista
Extraído de La fortificación de un territorio. Arquitectura Militar en la raya de Huelva, siglos XVII y XVIII, (2002)
En lo que se refiere a la parte española, se sucedieron una serie de iniciativas para la defensa de la frontera e incluso planes de invasión hacia Portugal que parten bien del mismo estamento militar que se encuentra en las propias plazas, bien del estamento señorial que detenta la posesión del territorio, y que se dirigen a la Junta de Guerra, y en última instancia al rey, para intentar proteger este lado de la frontera. No dejamos de apreciar ciertos intereses particulares en las empresas, ya sean tendentes a ascender por los méritos contraíbles en el escalafón militar o los que tratan de proteger al fin y al cabo la posesión y control de unos territorios y por ello, unas rentas.[1]
Las primeras noticias que tenemos datan de 1641, cuando se empieza a urdir un plan de invasión de Portugal por Ayamonte. El duque de Medina Sidonia detrae dinero de la paga de las gentes de guerra para financiar su idea de construir un puente entre Ayamonte y Castro Marim que permita el paso de las tropas. [2]
“Para la fábrica de la Puente que se ha resuelto hacer, y gasto que en ella se ha de tener para pasar este Ejercito al Algarve ha dado orden el Duque de Medinasidonia, que del dinero que esta librado para la paga y socorro de la gente de Guerra del sebaya gastando, y juntamente ha ordenado se hagan cinquenta carros y que el dinero se tome del mesmo de la gente de guerra, y por que haciendose estos gastos de esta consignacion habra de faltar á la Infanteria, sino se provee el dinero necesario para ellos, me ha parecido dar quenta á vuestra Magestad…”
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