Puebla de Guzmán - Introducción
Puebla de Guzmán es una importante población de la comarca del Andévalo occidental de casi 3.200 habitantes. Limita al oeste con Portugal, estando a una latitud parecida a la de Mértola, al norte con Paymogo, Santa Bárbara de Casa y Cabezas Rubias, al este con Cerro de Andévalo y Alosno, y al sur con El Almendro.
El enclave fortificado de Puebla de Guzmán se sitúa en una cota alta del borde sur de la población, dominando un paisaje de vegas. Tiene su origen en el inicio de la Guerra de Restauración portuguesa de 1640-1668, que supuso la construcción de una fortificación abaluartada alrededor de la iglesia parroquial a instancias del duque de Medinaceli, desoyendo las recomendaciones de la Junta de Guerra que opinaba mejor fortificar Gibraleón.
El levantamiento portugués de 1640 produjo un enfrentamiento generalizado en esta zona a base de escaramuzas sometiendo a los habitantes a una fuerte presión sicológica produciendo además una fuerte despoblación en este periodo. En todo caso las correrías de la caballería a uno y otro lado de la frontera instauraron en la zona un verdadero estado de angustia. Estos episodios se repitieron con motivo de la Guerra de Sucesión con incursiones portuguesas entre 1704 y 1708 que llegaron incluso a San Juan del Puerto y Niebla.
La necesidad que tuvo el cabildo eclesiástico a mediados del XVIII de ampliar la iglesia parroquial para dar cabida a los fieles una vez que la villa empezó a recuperarse de su despoblamiento supuso la intervención del Cuerpo de Ingenieros para, aprovechando la iniciativa, mejorar las condiciones defensivas del enclave diseñando un presbiterio fortificado y modificando la traza del flanco oriental del perímetro de murallas.
Así pues, y a pesar de la distancia de Puebla de Guzmán a la raya (veinte kilómetros en línea recta), la población sufrió con especial crudeza los conflictos de la frontera en ambos siglos pues hasta estos parajes se extendían sus efectos. En cualquier caso siempre han subyacido unas relaciones sociales y económicas que, a la postre, han ligado estrechamente la vida de los habitantes españoles y portugueses de ambos lados de la raya.