Puebla de Guzmán - El enclave
azotea se descubriera el terreno circundante y defenderlo con fuego de mosquetes ante la imposibilidad de emplazar artillería en este lugar.
Sobre las dependencias anexas propuso elevar una segunda planta los cuarteles existentes y construir un almacén de pólvora a prueba adosado exteriormente al muro del evangelio, al cual se trasladaría el situado dentro de la iglesia.
Las directrices de Gaver fueron desarrolladas por el proyecto de 1752 que preparó el ingeniero Joseph Barnola. El nuevo presbiterio tenía más extensión y altura que el antiguo, proponiendo su cubrición mediante bóvedas de arista que soportarían el peso de la azotea atronerada. El presbiterio inicialmente así dispuesto supondría la consecución de un espacio continuo de tres naves sin clara diferenciación en este punto. El proyecto debió reconsiderarse posteriormente ya que finalmente el presbiterio se cubrió con una bóveda de media naranja. El espacio interior así conseguido responde a los criterios estilísticos que el Cuerpo de Ingenieros desarrollaba en todas sus obras y que por entonces aplicaba en la construcción de la Fábrica de Tabacos de Sevilla, obras donde trabajaban también Gaver y Barnola.
La disposición del polvorín también difería de la propuesta por Gaver, situándolo Barnola en uno de los nuevos baluartes a reformar en el flanco de levante, si bien era de la opinión de no construirlo a prueba ya que no creía que la fortaleza fuera a estar sometida a sitios formales. Tampoco vio posible la edificación de una segunda planta en los cuarteles debido a la debilidad de sus fábricas, por lo que propuso reedificarlos de nuevo y cubrirlos con azotea. La totalidad de las obras serían sufragadas a medias entre la corona y el cabildo eclesiástico, y entre ellas se encontraba la demolición de la aduana y el pósito, así como las casas y corrales que se situaban a levante.
Los informes que acompañan al proyecto, redactados por Juan Martín Zermeño, ingeniero comandante general, y el conde de la Torrealta, comandante general de Andalucía, insistieron en las dimensiones definitivas del callejón de entrada a la iglesia y a la posición definitiva de la escalera de subida a la azotea del nuevo presbiterio. Las obras fueron adjudicadas a Diego Luna, quien las inició