Ayamonte - El enclave
Así estaba la situación cuando el duque de Medinaceli envió a Ayamonte después del verano de 1641 al capitán del ejército Juan Bautista Corbachino con el encargo de reforzar las defensas existentes en la frontera y trazar nuevas fortificaciones. Corbachino debió acometer algunas obras de refuerzo del sistema de Ayamonte ya que en el verano del año siguiente dictó instrucciones para las localidades serranas que visitó (al menos Aroche, Cortegana y Fregenal de la Sierra) y, por tanto, Ayamonte debió recibirlas también al ser la plaza principal de la frontera. Desconocemos el alcance de las intervenciones que Corbachino pudiera haber acometido en las defensas de esta villa, aunque suponemos que no de gran calado debido a la poca atención que la corona dedicó a la frontera portuguesa: algunos refuerzos puntuales de cortinas y banquetas, acondicionamiento de estancias, empalizada delante de la entrada y seguramente muchas de ellas de campaña.
El puesto fortificado que pudiera existir por entonces sobre el cerro del Socorro sería reforzado o bien Corbachino lo ocuparía ex novo con alguna obra de campaña. Respecto a las baterías de Buscarruidos y Las Angustias se llevarían a cabo las obras imprescindibles para su puesta en servicio.
En la cartografía del siglo siguiente vemos también una alargada plaza de armas delante del convento de San Francisco y del palacio de Altamira con un parapeto sobre el río, lo cual pudo tener su origen en este momento. La escasez de medios económicos no debió permitir nada más y Corbachino trabajaría en ellas hasta 1645, fecha de su fallecimiento.
Hay que esperar hasta la terminación de los conflictos con Cataluña y la firma de la Paz de los Pirineos en 1659, que ponía fin a las campañas europeas de Felipe IV, para que la corona asumiera la importancia de la frontera lusa y se le destinaran recursos. En todo caso ya era tarde para cumplir las pretensiones del rey español y sólo a partir de 1666, tras su muerte, se llevaron finalmente a cabo las obras más importantes sobre la plaza de Ayamonte durante este siglo. En el mismo año Paymogo y Sanlúcar de Guadiana eran ocupadas por tropas portuguesas.