Ayamonte - El enclave
poca defensa su entrada, y el lugar abierto por todas partes, en tiempo de la invasion pasada parecio conveniente retirar las piezas que havian en el dicho Castillo, que es adonde se reduce toda la fortificacion de Ayamonte.”
La planimetría que debió acompañar al informe de Menni nos ofrecería la imagen del castillo de Ayamonte que, a la postre, sería su máxima configuración, aunque por ahora debemos esperar a la cartografía del siglo siguiente para conocerla. En todo caso Menni era consciente de que sus obras no eran suficientes para defender la ciudad, sobre todo si desestimaba las posibilidades de sus baterías ribereñas y, conocedor de las nuevas formas de fortificar y del mayor alcance y eficacia que iba experimentando la artillería, propuso una nueva fortificación en el cerro de San Roque que no se llegó a realizar.
Tenemos que esperar hasta 1725 para tener las primeras noticias sobre la plaza de Ayamonte en el siglo XVIII, año en el que atribuimos al ingeniero Martín Fovet el levantado de unos planos informativos de Ayamonte, su castillo y el territorio circundante. En el plano de la población señala la posición del castillo de Nuestra Señora de los Favores, el hornabeque de Nuestra Señora del Socorro, la batería de Buscarruidos, un bonete en alto sobre su posicón, la plaza de armas situada enfrente del convento de San Francisco y del palacio de Altamira, y la batería de Las Angustias. Además de señalar los elementos defensivos de la plaza, representa también el viario y las manzanas con cuidado detalle. La leyenda aporta numerosos toponímicos de los alrededores, cuestión fundamental para el conocimiento del territorio por parte del recientemente constituido Cuerpo de Ingenieros, se marcan pozos, caminos, huertas, hornos, molinos y los principales contenedores urbanos (iglesias, conventos, hospital, etc.), reflejando todo elemento estratégico en un intento de dominar la complejidad del territorio desde los sistemas de representación
En el plano del castillo tenemos la mejor descripción gráfica hasta la fecha del antiguo enclave en cuyo estado lo dejó Octaviano Menni cincuenta y seis años antes. Gracias a la precisa representación del Cuerpo de Ingenieros, cuyo rigor consigue la concordancia entre secciones y