Ayamonte - El enclave
un foso que en el modelo de mampostería no existía.
En 1774 Antonio Hurtado firmaba un proyecto de reparaciones del castillo de Ayamonte en una línea parecida al que preparara Murga nueve años antes, anotando que con las reparaciones se conseguiría una fortificación de campaña y en cualquier caso el emplazamiento no resistiría ningún tipo de sitio formal por su precario estado de conservación. En general se trataba de recomponer las murallas con tapial y remozar el emplazamiento de la artillería. La causa del mal estado de conservación del castillo obedecía según Hurtado a que estuviera construido con tapial (técnica que, sin embargo, vuelve a proponer) y que las posteriores reparaciones no se hicieran bien y aunque se emplearan buenos materiales, no quedaran bien enlazados con la obra existente. El terremoto de Lisboa tuvo pues una víctima fácil, pero es que junto con las actuaciones posteriores no se consiguió sino "...un monton de Piedras y cascotes ó espantoso cas[c]arón viejo abandonado. No se veen mas que furiosos trastornos, desplomos, y quebrantamientos por todas partes". Los edificios interiores estaban en igual estado y lo único que podía hacerse eran reparaciones para conseguir una fortificación de campaña en tiempos de guerra y dotarla de la adecuada guarnición en función de las pretensiones portuguesas. Se colocarían además algunos puestos a la orilla del río y se construiría una batería en la Punta de Canelas.
Lo que se observa ya de un modo evidente en el antiguo enclave del castillo es que con el desarrollo de la artillería el emplazamiento había quedado anticuado, debiendo defenderse más de los ataques por tierra que hipotéticamente se llevaran a cabo desde los cerros de las Ánimas (antiguo Higueral) y del Almendral (éste ya más alejado) que desde las incursiones desde el propio río.
"...su situación [...] era ventajosa en la antigüedad que prescindía de la mas o menos extension de sus Fortalezas como de las circunstancias del terreno de sus alrededores con tal que estubiesen en parte elevadas y que los muros de sus recintos lograsen el despejo y desembarazo correspondiente a las armas de aquellos tiempos; pero aora es, y debe llamarse situacion mui defectuosa assi por naturaleza del terreno respecto que contiene otras dos alturas o Padrastros