Ayamonte - El enclave
el mismo esquema de cuadrilongo abaluartado, una segunda línea defensiva exterior al modo del tercer sistema de Vauban, constituido básicamente por una cortina y dos grandes medios baluartes, adaptando parte de la opción de Sala a su propuesta de nueva planta. De este modo se conseguía una adaptación mayor a la topografía y necesidades defensivas del enclave por cuanto esta segunda línea estaba a menor cota que la del recinto principal y defendía todo el flanco sureste de la amenaza de los cerros vecinos ya que en su proyecto demolía el hornabeque del Socorro.
Para la batería de Las Angustias propone una simple reorganización de sus dependencias y unas cortaduras para proteger la parte trasera de la batería de un eventual ataque. Señala las casas de alrededor que son altas o bajas para las necesidades defensivas de la batería e incluso recomienda no reedificar algunas de las derruidas por el terremoto para poder aumentar la potencia de fuego de la batería si fuera necesario. Por este proyecto podemos ver que la propuesta de dos medios baluartes realizada por Joseph Muñoz en 1744 no se llevó a cabo.
Los proyectos de Marqueti no se llevaron a término en ninguno de sus aspectos seguramente por falta de recursos económicos pues en 1765, nueve años después, el teniente coronel de ingenieros Antonio de Murga redactó bajo la dirección de Antonio de Gaver un pequeño proyecto de reparaciones provisionales sobre el arruinado castillo, la batería de Las Angustias y un nuevo reducto a situar en la Punta de Canelas. El memorándum que acompaña a los dibujos indica claramente que la intención por estas fechas era reparar rápidamente y de campaña las construcciones existentes ya que se preveía la posibilidad de un conflicto con Portugal. A la sazón, los portugueses habían construido en 1762 junto a la ermita de Santo António (más cerca de la barra del Guadiana) una batería costera de campaña, por lo que era necesario oponer la correspondiente a una latitud semejante. Murga proponía sobre el castillo cerrar sus brechas con fajinas y tierra, renovar sus parapetos y limpiar los escombros que habían caído sobre las partes que eran necesarias para su correcta utilización. No obstante, el ingeniero argumentaba que si el conflicto bélico no sucediera, las murallas podrían repararse con tapial, que era el material del que estaba hecho el castillo, aprovechándose para ello los "...maestros practicos en esta especie de